En 1848 Italia intento unificarse pero no tuvo éxito. Algunas sectas de nacionalistas decidieron agruparse en el reino Piamonte (éste país era muy rico, solido y con muy buena educación para Italia).
A los burgueses italianos les convenía la unificación para eliminar las fronteras para a su vez recaudar impuestos financieros.
En 1859 los burgueses le pidieron ayuda a Napoleón Bonaparte III de Francia para a la vez expulsar a los austriacos porque estos dominaban la gran parte de Italia.
Entre los años de 1860 fueron expulsados por la Vía Pacifica los duques de Toscana, Parma y Módena, estos se unieron al reino Piamonte el cual era gobernado por el rey Víctor Manuel I.
En 1861 Víctor Manuel se proclamo rey de la Italia.
A su vez había una región que no pertenecía a la nueva Italia, que era Roma, la cual estaba sometida, conquistada y llena de ejércitos de Francia; Francia, por su parte, dijo que tenían que permanecer para no ser poseídos por los italianos.
En esta misma fecha Francia entro en batalla con Prusia y tuvo que sacar de Roma sus ejércitos para mandarlos a la guerra.
El rey de Italia Víctor Manuel I aprovecho y tomo posesión de Roma y así completo la unidad italiana, y con esto hubo un rompimiento con el papa y la iglesia católica.
REFLEXION:
Los nacionalistas deseaban con desesperación la independización de su país y su solución fue Piamonte, ya que este reino ofrecía lo mejor de lo mejor en cuestiones de calidad como:
*Riqueza
*Solidificación
* Educación
Otros grupos que los apoyaban en la esencia de la unificación, solo para fines propios, eran los burgueses de la misma Italia.
Los austriacos, que eran los que dominaban mayor territorio Italiano.
Entre los territorios dominados por la misma Italia, solo uno no estaba en manos de esta, aunque se encontrara bajo su soberanía, era Roma, la cual era dominada por los franceses que la usaban como foco de la religión católica (ósea el Papa) y estadía para los ejércitos.
Hubo una guerra entre Francia y Prusia, Francia se le vio obligada a mandar a sus ejércitos ocupados en Roma a la guerra, dejándola así desprotegida y a merced de Italia, con lo que la pudieron dominar, pero ese gran cambio de política causo una gran repercusión entre la población y un quiebre total con el papa.
